La séptima edición del ciclo LiderArte 2025 nos dejó una poderosa reflexión de la mano de Ariel Sánchez: el compromiso no es solo una promesa ni una obligación que cumplir, sino una decisión consciente de actuar en coherencia con lo que valoramos.
“Compromiso consciente. La fuerza de estar presente”, la charla propuso revisar nuestras ideas sobre qué es el compromiso, cómo se manifiesta en diferentes ámbitos y por qué es clave para fortalecer vínculos, sostener procesos y liderar con integridad.
¿Qué significa comprometerse conscientemente?
El compromiso consciente se diferencia de la obligación porque no nace de un mandato externo, sino de una elección personal. Es lo que nos permite sostener la acción en el tiempo con motivación, claridad y sentido.
Ariel nos invitó a pensar el compromiso no como una carga, sino como una herramienta que da dirección, moviliza recursos internos y genera impacto real.
Tres espacios donde el compromiso puede transformarlo todo
La charla abordó el compromiso desde tres perspectivas que, lejos de estar separadas, se potencian entre sí:
Compromiso personal
Es el punto de partida. Es sostener nuestras propias decisiones, incluso en los días difíciles.
Algunas claves para fortalecerlo:
- Tener claridad de propósito.
- Cuidar cuerpo, mente y emociones.
- Ser fiel a los propios objetivos y límites.
- Practicar la disciplina con sentido.
Compromiso social
Implica asumir que nuestras acciones tienen impacto en el entorno y actuar en consecuencia.
- Participar en proyectos con impacto colectivo.
- Fomentar una cultura de respeto e inclusión.
- Ser consciente del uso de los recursos.
- Inspirar con el ejemplo cotidiano.
Compromiso organizacional
Va más allá de cumplir tareas. Es implicarse con el propósito de la organización y contribuir desde lo genuino.
- Generar entornos de confianza y escucha.
- Valorar el aporte individual y colectivo.
- Promover el desarrollo continuo.
- Reconocer logros y acompañar procesos.
Una herramienta para mirar hacia adentro: el Círculo del Compromiso
Como cierre, Ariel propuso un ejercicio práctico: el Círculo del Compromiso, una autoevaluación para identificar cómo nos posicionamos en cada dimensión (personal, social y laboral) y qué acciones concretas podemos implementar para fortalecer nuestro compromiso cotidiano.
Este encuentro reafirmó una convicción central en Servicios y Consultoría:
El compromiso consciente no solo impulsa nuestro desarrollo individual, sino que también fortalece la cultura organizacional y potencia la forma en que trabajamos, colaboramos y generamos impacto.
